domingo, 18 de septiembre de 2011

DOCUMENTOS Y TEXTOS DE LA HISTORIA DE TEMBLEQUE (24). LA PERSECUCIÓN RELIGIOSA.

Llegamos al vigésimo cuarto capítulo de los documentos y textos de la historia de Tembleque, hoy titulado: "La persecución religiosa", un texto escrito por Juan Francisco Rivera en 1958, donde nos cuenta desde su postura ideológica, los estragos que sufrieron los Temblequeños a partir de 1935, y durante toda la Guerra Civil. En primer lugar nos informa que desde entonces, las procesiones y entierros estaban prohibidos. Mucho más desgarrador es el testimonio de cómo fusilaron al cura del pueblo, Jesús Granero Esteso, en el cementerio de La Guardia. Más tarde también fusilaron a Ursinio Pérez Chozas, el párroco de El Romeral que durante el verano del 36 estuvo en Tembleque junto con el coadjuntor, Vicente Morales Galán, también fusilado, junto con Ursinio y la maestra Antonia González, de Tembleque, aunque este último dato no aparece en el documento. Este negro capítulo ocurrió el 5 de diciembre de 1936 en el cementerio de La Guardia.
Continúa el documento con un detallado inventario de lo que se destrozó y/o perdió en la Iglesia Parroquial y el resto de las ermitas durante los años que duró la guerra, desde el mítico retablo, (en próximos capítulos veremos algunas fotografías), pasando por más de 90 imágenes, cuadros antiguos, el órgano, el armónium, cálices de plata, y un largo etcétera, del que parece ser que sólo se salvó una campana en mal estado, una cruz pequeña de plata y una naveta e incensario.
Son sólo tres páginas, pero están cargadas de emociones muy intensas: Acceso desde este enlace de issuu.com. Añado también este enlace desde Google Drive, con opción de descarga del pdf.
Siguiente entrega: "A LA POBLACIÓN DE TEMBLEQUE"

9 comentarios:

Penteo dijo...

Un documento que nos sirve para no olvidar los desastres de las guerras.

Anónimo dijo...

y no podrías haber encontrado una postura mas integradora y respetable con todas las ideas politicas?

en este documento se excluye a medio Tembleque.

niebla dijo...

Fredy, sigue contanos cosas de la guerra, és todo muy interesante, gracias mil.

Fredy dijo...

He plasmado el documento tal cual me ha llegado, no tengo otra cosa, lo siento. Tan sólo trato de difundirlo, sin entrar en ideologías. Bueno, por si sirve de algo, os comunico que la próxima entrega trata de un relato de un militar desde el bando republicano, aunque no tiene nada que ver con este documento.

niebla dijo...

yo te espero al pie de cañon, que eres de lo que no hay. GUAPISIMO.

José LEP dijo...

Se suprimieron los entierros????? y que se hacia con la gente que moria? Y lo de la maestra Antonia Gonzalez, es en homenaje a esta por lo que pusieron su nombre a la escuela no?

Fredy dijo...

Lo de los entierros yo no te puedo contestar. A ver si alguien mayor supiera la resuesta. Yo entiendo que lo que se suprimió sería la misa, pero hombre, me imagino que los muertos sí que los enterrarían, aunque fuese sin ceremonia, digo yo...
En cuanto a Antonia González, efectivamente, en su honor se le puesto el nombre al actual colegio, y al fin he podido averiguar en qué momento exacto se le puso, ya que hasta entonces era simplemente el "Grupo Escolar". Próximamente espero poder publicar un amplio reportaje, de esos históricos que tanta aceptación tienen, sobre este tema, entre otros asuntos, del que aún no dispongo de todo el material necesario, pero espero conseguirlo en breve, por eso de momento no puedo prometer nada.

Torrino dijo...

Considero muy acertado el publicar este documento dado que nos informa de parte de lo que ocurrio en nuestro pueblo en el pasado mas triste de nuestra Historia, por que nos sirve para recordarlo y entre todos poder impedir que se vuelva a repetir.

Ochoa dijo...

Sí, estoy de acuerdo, hay que saber lo que ocurrió para evitar repetirlo, pero procurar también publicar la otra parte de la historia de Tembleque que existió y si no se puede, mejor no publicar nada. Así sólo se puede fomentar la parcialidad y mayor división. Una guerra es algo desastroso y sus consecuencias aún peores.